INTRODUCCIÓN
Es frecuente comentar que cuando envejecemos la memoria al igual que otras capacidades merman. Aunque hay un descenso de nuestro potencial no se da de la misma manera ni con el mismo grado. Vamos a repasar los diferentes tipos de memoria y si se ven afectados en comparación con personas de diferente edad para ver si el envejecimiento es la causa principal de esa diferencia, si es que existe.
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DIFERENTES TIPOS DE MEMORIA
Memoria Sensorial
La recogida de información viene inicialmente por la memoria sensorial. Si su vía es visual, se llama icónica, si es por vía auditiva se denomina ecoica. Aunque es una edad donde hay pérdida auditiva y/o visual, si estas están intactas no hay diferencias entre las distintas edades.
Memoria Primaria
Es donde la información, primeramente, es retenida. Es vital para el posterior almacenamiento de información. Su capacidad es pequeña. Si las capacidades perceptivas no están dañadas no suele representar problemas, salvo que se den tareas de atención dividida (atender 2 ó más cosas a la vez) u organizar el material percibido (por ejemplo, agrupar en categorías)
Memoria Secundaria
Si la información que está en la Memoria Primaria, permanece, pasa a este segundo estadio, que se caracteriza por su capacidad ilimitada y permanente. Aquí la diferencia de edad sí que es relevante. Se cree que el problema surge por la deficiente transferencia de datos de la Memoria Primaria a la Secundaria, ya que se necesitan unas operaciones de codificación del material con una mayor elaboración. Si no se hace bien, no se consigue que permanezca la información. Es más un problema de codificación.
Memoria Remota
En este tipo de memoria, que hace referencia al recuerdo de hechos lejanos, no se han visto diferencias con otras edades más jóvenes.
Unas Consideraciones
Las personas mayores suelen tener más problemas a la hora de recuperar información cuando ésta se sale de sus rutinas o hábitos cotidianos. También cuando es especialmente novedosa. Es además relevante que los mayores juzgan con mayor severidad sus errores mnemotécnicos, llevándolos a conclusiones erróneas acerca de la capacidad de su memoria. Este detalle, aunque parezca menor, tiene una gran influencia en la recuperación de la memoria. Si uno cree que lo está haciendo fatal y que es por la edad, seguramente no se esforzará lo suficiente para tener su memoria en un estado óptimo. Lo verá como inevitable, ante lo que hay que resignarse.
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TRATAMIENTO EN LA RECUPERACIÓN DE MEMORIA
Actualmente se considera que la merma es recuperable y mejorable (según la persona será más o menos óptima). El descubrimiento de la plasticidad neuronal ha tenido que ver mucho en esta afirmación. Pero igualmente importante es saber que parte de la pérdida puede venir por otras causas no biológicas, como pensamientos intrusivos, factores motivacionales y afectivos. El no disponer de suficiente tiempo para dedicarlo a practicar y desarrollar habilidades cognitivas es igualmente relevante. Estos factores pueden ser decisivos a la hora de tener una mejor o peor memoria.
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Los problemas en mayores más frecuentes relacionados con la memoria son:
Queja de olvido en tareas cotidianas: suele abarcar desde olvidar algo, olvidar que ya se ha hecho algo y repetirlo, olvidar hacer algo necesario (por ejemplo, apagar el fuego en la cocina) y, por último, olvidar lo que se iba a hacer o decir.
Estas tareas estaban automatizadas y se compaginaban con otras sin prestarlas importancia. En este período vital pueden necesitar esa voluntariedad y atención expresa a la hora de ejecutarlas y no darlas tan por supuestas.
Dificultad para recordar nueva información: si no hay déficits que lo impidan es bueno adquirir y entrenar estrategias mnemotécnicas que faciliten la recuperación de esos nuevos datos.
No acordarse de un dato concreto: es el fenómeno de "tener algo en la punta de la lengua". Este problema está más relacionado con ciertos desordenes emocionales (ansiedad y depresión, generalmente) que en otra causa. El tratamiento debería poner más el énfasis ahí.
Distracción y ensimismamiento: es frecuente que en estas edades el mayor se "vaya" de la conversación y, por ende, su contacto social disminuya. Parece que hay un problema de memoria al no recordar cosas que se hablaron pero es más un problema de no tener un papel activo en la conversación. Si se incentiva ese papel en la conversación o interacción, es probable que la atención y el mantenimiento de la información mejore. Hay que tener en cuenta alguna pérdida perceptiva como la auditiva que condicionan seriamente el contacto social.
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Tipos de tareas para mejorar la memoria
Básicamente hay dos tipos de tareas para mejorar la memoria:
Ayudas Externas: consisten en elementos exteriores que pueden facilitar la recuperación de la información y mejorar la vida cotidiana. Ejemplos de estas ayudas son las agendas, alarmas, recordatorios, etc.,
Ayudas Internas: son tareas cognitivas que aumentan la observación, el registro, el almacenamiento y recuperación de la información.
Se busca con estas tareas:
Dar "sentido" al material a recordar.
Organizar el material para recuperar la información de manera sistemática.
Formar redes de información significativa.
Mejorar el reconocimiento con técnicas de visualización para optimizar la fase de codificación.
Dar feedback durante el aprendizaje, es decir, revisar in situ que ese aprendizaje está siendo adecuado.
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