¿QUÉ ES ESTAR DEPRIMIDO?
El estado depresivo se caracteriza por una reducción del nivel de respuesta de la persona ante los acontecimientos de su vida. La persona está centrada en pensamientos e imágenes en torno a sus pérdidas, incapacidades, fracasos o indefensión. Por lo general, mantiene una baja autoestima y una visión negativa de si misma, su vida y su futuro. Pueden aparecer también pensamientos o deseos suicidas. A nivel emocional, predomina el estado de ánimo depresivo, con pérdida de interés por las actividades habituales, dificultad para disfrutar, y a veces también sentimientos de culpa, ira o ansiedad.
Las conductas de estas personas se caracterizan por un abandono de sus actividades habituales o por un descenso intenso de las mismas. Trastornos como la perdida del apetito, las alteraciones del sueño y la perdida de interés por el sexo, son también característicos del estado depresivo.
TIPOS DE DEPRESION
Los tres tipos de depresión son:
Trastorno depresivo mayor.
Trastorno distímico.
Trastorno bipolar.
En cada uno de estos tres tipos de depresión, el número, la gravedad y la persistencia de los síntomas varía.
Los trastornos pueden ser calificados como leves, moderados o graves dependiendo de la cantidad y gravedad de sus síntomas.
A.) El trastorno depresivo mayor se manifiesta por una combinación de síntomas (vea la lista de síntomas) que interfieren con la capacidad para trabajar, estudiar, dormir, comer y disfrutar de actividades que antes eran placenteras.
Síntomas del trastorno depresivo mayor
-
Estado de ánimo triste, ansioso o "vacío" en forma persistente.
-
Sentimientos de desesperanza y pesimismo.
-
Sentimientos de culpa, inutilidad y desamparo.
-
Pérdida de interés o placer en pasatiempos y actividades que antes se disfrutaban, incluyendo la actividad sexual.
-
Disminución de energía, fatiga, agotamiento, sensación de estar "en cámara lenta."
-
Dificultad para concentrarse, recordar y tomar decisiones.
-
Insomnio, despertarse más temprano o dormir más de la cuenta.
-
Pérdida de peso, apetito o ambos, o por el contrario comer más de la cuenta y aumento de peso.
-
Pensamientos de muerte o suicidio; intentos de suicidio.
Inquietud, irritabilidad.
-
Síntomas físicos persistentes que no responden al tratamiento médico, como dolores de cabeza, trastornos digestivos y otros dolores crónicos.
B.) El trastorno distímico es un tipo de depresión menos grave, incluye síntomas crónicos (a largo plazo) que no incapacitan tanto, pero sin embargo interfieren con el funcionamiento y el bienestar de la persona.
La característica esencial de este trastorno es un estado de ánimo crónicamente depresivo que está presente la mayor parte del día de la mayoría de los días durante al menos 2 años. Muchas personas con distimia también pueden padecer de episodios depresivos severos en algún momento de su vida.
Síntomas del trastorno distímico
Las características asociadas al trastorno distímico son parecidas a las de un episodio depresivo mayor. Varios estudios sugieren que los síntomas más frecuentemente encontrados en el trastorno distímico son:
-
sentimientos de incompetencia
-
pérdida generalizada de interés o placer
-
-
sentimientos de culpa o tristeza referente al pasado
-
sentimientos subjetivos de irritabilidad o ira excesiva
-
descenso de la actividad, la eficiencia y la productividad
Síntomas dependientes de la edad y el sexo: en los niños el trastorno distímico parece presentarse por igual en ambos sexos y provoca frecuentemente un deterioro del rendimiento escolar y de la interacción social. En general, los niños y adolescentes con un trastorno distímico están irritables e inestables, además de tristes. Tienen una baja autoestima y escasas habilidades sociales y son pesimistas.
C.) Otro tipo de depresión es el trastorno bipolar. Éste no es tan frecuente como los otros trastornos depresivos. El trastorno bipolar se caracteriza por cambios cíclicos en el estado de ánimo: fases de ánimo elevado o eufórico (manía) y fases de ánimo bajo (depresión).
Los cambios de estado de ánimo pueden ser dramáticos y rápidos, pero más a menudo son graduales. Cuando una persona está en la fase depresiva del ciclo, puede padecer de uno, de varios o de todos los síntomas del trastorno depresivo.
Cuando está en la fase maníaca, la persona puede estar hiperactiva, hablar excesivamente y tener una gran cantidad de energía. La manía a menudo afecta la manera de pensar, el juicio y la manera de comportarse con relación a los otros.
Puede llevar a que la persona se meta en graves problemas y en situaciones embarazosas. Por ejemplo, en la fase maníaca en individuo puede sentirse feliz o eufórico, tener proyectos grandiosos, tomar decisiones de negocios descabelladas, e involucrarse en aventuras o fantasías románticas.
Síntomas del trastorno afectivo bipolar
El trastorno afectivo bipolar produce cambios del ánimo patológicos de manía a depresión, con una tendencia a recurrir y a desaparecer espontáneamente.
Tanto los episodios maníacos como los depresivos pueden predominar y producir algunos cambios en el estado de ánimo, o los patrones de cambios del estado de ánimo pueden ser cíclicos, comenzando a menudo con una manía que termina en una depresión profunda.
A algunas personas se las denomina cicladores rápidos porque su ánimo puede cambiar varias veces en un día. Otros presentan lo que se llama "estados mixtos", en donde los pensamientos depresivos pueden aparecer en un episodio de manía o viceversa.
Cuando el trastorno afectivo bipolar se presenta en niños, generalmente aparece en su forma mixta.
Durante la fase depresiva el paciente presenta:
-
Pérdida de la autoestima.
-
-
Sentimientos de desesperanza o minusvalía.
-
Sentimientos de culpabilidad excesivos o inapropiados.
-
Fatiga (cansancio o aburrimiento) que dura semanas o meses.
-
Lentitud exagerada (inercia).
-
Somnolencia diurna persistente.
-
-
Problemas de concentración, fácil distracción por sucesos sin trascendencia.
Dificultad para tomar decisiones.
-
-
Pérdida involuntaria de peso.
-
Pensamientos anormales sobre la muerte.
-
Pensamientos sobre el suicidio, planificación de suicidio o intentos de suicidio.
-
Disminución del interés en las actividades diarias.
-
Disminución del placer producido por las actividades cotidianas.
En la fase maníaca se presentan:
-
Exaltación del estado de ánimo.
-
Aumento de las actividades orientadas hacia metas.
-
Ideas fugaces o pensamiento acelerado.
-
-
Menor necesidad de dormir.
-
-
Logorrea (hablar más de lo usual o tener la necesidad de continuar hablando).
-
Incremento en la actividad involuntaria (es decir, caminar de un lado a otro, torcer las manos).
-
-
Aumento involuntario del peso.
-
Bajo control del temperamento.
-
Patrón de comportamiento de irresponsabilidad extrema.
-
Aumento en la actividad dirigida al plano social o sexual.
-
Compromiso excesivo y dañino en actividades placenteras que tienen un gran potencial de producir consecuencias dolorosas (andar en juergas, tener múltiples compañeros sexuales, consumir alcohol y otras drogas).
-
Creencias falsas (delirios).
-
Los síntomas maníacos y depresivos se pueden dar simultáneamente o en una sucesión rápida en la denominada fase mixta.
TRATAMIENTO
La ayuda psicológica permite al paciente aprender a resolver con más eficacia los problemas que puedan surgir, así como a detectar y debatir posibles pensamientos negativos que entorpezcan su vida cotidiana.
Los modelos cognitivos consideran al hombre un sistema que procesa información del medio antes de emitir una respuesta. El hombre clasifica, evalúa y asigna significado al estímulo en función de su conjunto de experiencias provenientes de la interacción con el medio y de sus creencias, suposiciones, actitudes, visiones del mundo y autovaloraciones.
Beck afirma que en los trastornos emocionales existe una distorsión sistemática en el procesamiento de la información, de este modo la perturbación emocional depende del potencial de los individuos para percibir negativamente el ambiente y los acontecimientos que les rodean.
El tratamiento farmacológico, si lo hubiera, debe estar a cargo de un médico psiquiatra; y debe ser por un tiempo determinado. La dosificación de la medicación debe ir en descenso, en la medida en que el paciente mejore y esté recibiendo tratamiento psicológico.
El tratamiento psicológico de la depresión puede incluir:
Terapia de conducta
Programa de actividades agradables
Entrenamiento en habilidades sociales
“Curso para el afrontamiento de la depresión” de Lewinsohn
Terapia de autocontrol
Terapia de solución de problemas
Terapia conductual de pareja
Terapia cognitiva de Beck
Terapia racional emotiva de Ellis
OBJETIVOS DE LA TERAPIA
Los objetivos a conseguir durante la terapia cognitivo-conductual son:
1. Aprender a evaluar las situaciones relevantes de forma realista.
2. Aprender a atender a todos los datos existentes en esas situaciones.
3. Aprender a formular explicaciones alternativas para el resultado de las interacciones.
4. Poner a prueba los supuestos desadaptativos llevando a cabo comportamientos diferentes que proporcionan oportunidades para un repertorio más amplio de cara a la interacción con otras personas y a la resolución de problemas.
Entre las técnicas conductuales podemos reseñar: la programación de actividades y asignación de tareas graduales, la práctica cognitiva y el entrenamiento asertivo.
En las técnicas cognitivas destacamos el entrenamiento en observación y registro de cogniciones, psicoeducación sobre cognición, afecto y conducta, etc.
* Nota: La información facilitada en este portal es sólo de carácter orientativo. Recuerde que únicamente el profesional de la salud está capacitado para efectuar un diagnóstico.